La última Novia con la que corté.

¡Holissss! Nop, definitivamente no me late ese saludo. Empecemos de nuevo:

¡Holiss! (Séh, con 2 s' es suficiente).

Pues esta es la historia, queridos amiguitos de cómo terminé mi relación con Anthares después de 5 años de Rock & Roll.

"Oye Toncho, pero ¿Qué no tienes tatuado el logo de la banda en tu hombro? ¿Qué vas a hacer, reemplazarlo con la cara de Arjona?"

Sí lo tengo, y no, Arjona tendrá que ubicarse en otro lugar. El porqué lo explico a continuación.

A principios del año 2009 estaba yo muy contento trabajando. Llevaba 8 años con la novia, dibujaba mucho. Y por las mañanas un grupo de animalillos del bosque me ayudaba a vestirme y todo mundo me saludaba camino al trabajo mientras cantaba una alegre canción cuya letra sabían todos los demás. 

Pese a toda esta contentividad, sentía que necesitaba alimentar mi estatus de attention whore extrañaba los escenarios, el treparme con una banda, sea cual sea la afluencia o el escenario, y por la duración de ese toquín olvidarme de cómo tocar las rolas todas mis preocupaciones.

Fue así que buscando entre los clasificados del interwuebz, dí con un anuncio de Anthares. Buscaban bajista (curiosamente era un anuncio viejo al cual originalmente aplicó el bajista que se acababa de salir). Parecía ser el destino, los estuve investigando y me latió mucho su estilo. Al terminar mi audición, me dieron la buena noticia que estaba dentro.

Y entonces me ofrecen un trabajo en otra empresa con muy buena proyección, me rompe el corazón corto por mutuo acuerdo con la novia, se mueren los pajarillos y a los transeúntes se les olvida la canción. Era una incertidumbre interesantona, pero que a la vez me dejó bastante desbalanceado. En ese entonces, escuchaba mucho A Change of Seasons de Dream Theater. Esa rola se volvió mi mantra, y mi nueva banda fue de lo que me sostuve.

En Anthares no se trataba de lo virtuoso de los músicos, ni de la complejidad de las canciones. Era un grupo de amigos que se subían al escenario a divertirse ¡Y a la gente le gustaba! Grabamos un disco, ví varios integrantes ir y venir, fuimos juntos a ver a Metallica en el DF. Tuvimos tocadas grandes y chicas, fuera y dentro de la Ciudad. Estuvimos en Radio y Televisión y pasó de todo.

Como en toda relación, hubo sus altibajos, nos dijimos nuestras verdades, nos amamos (creo), nos odiamos (sí, eso sí pasó) pero a final de cuentas seguimos juntos. En algunos momentos llegué a decirles "La única manera en la que yo salga de Anthares, es que me corran". Nuevamente, estaba equivocado, pero mi mensaje era: Estoy aquí en las buenas, las malas y las "piores".

Son muchísimas las cosas que tengo que agradecer a Anthares, muchos toquines memorables, la anticipación antes de subir al escenario, la adrenalina al estar ahí, las peleas en los ensayos, la recepción de la gente. Tener que cargar equipo, montarlo, sonorizar, cansarse en el escenario, desvelarse y tener que recojer el equipo después de una semana de trabajo, pero que todo esto valiera la pena por estar unos momentos echando Rock. Muchas personas que conocí gracias a la banda. Empezando por los miembros que éramos antes de irme: Javier, Livier, Eloir y Waldo. Excelentes personas y grandes amigos a los que me gustaría no perderles la pista. 

Y por eso mismo es que decidí dejar Anthares. Por el respeto y aprecio que les tengo a todos. Fue muy claro para mí, al estar discutiendo con Rod (mi Socio, bromance, y co-fundador de TORO FX Studio). Recuerdo haberle dicho (palabras más, palabras menos) ¡Necesito que quieras esto TANTO como yo! Y ahí me pegó una epifanía como madrazo marca Pacquiao . ¿Cuántas veces escuché a Javier decirnos eso? ¿Cuántas veces estuvo luchando contra corriente para que todos estuviéramos en el mismo canal? Me dí cuenta que en efecto, no lo quería tanto como ellos. Y si ven a la banda con la misma pasión yo veo al estudio, estaba siendo un reverendo HDP.

Y así, con mi tatuaje, con las experiencias y todo lo que significó Anthares para mí, me retiro deseándoles que sigan rockeando. ¿Qué voy a hacer yo? Lo mismo, pero de otra forma. Nos seguimos leyendo.